Biografía de Michele Cascella
BIOGRAFÍA DE MICHELE CASCELLA
miguel cascela era pintor y paisajista crepuscular.
Nació en la provincia de Chieti en Ortona sul mare el 7 de septiembre de 1892. Proviene de una familia numerosa conocida en el sector artístico entre los siglos XIX y XX.
Dados sus malos resultados académicos, su padre, artista dedicado a la pintura, la cerámica y la litografía, lo inició en el arte y lo acogió en su laboratorio de cromolitografía junto a su hermano Tommaso.
Michele Cascella entra en el taller y comienza a familiarizarse con las herramientas del oficio haciendo copias de los dibujos de Botticelli y Leonardo. Animado y apoyado por su padre, con sólo quince años tuvo la oportunidad de exponer sus obras en Milán, Turín y en la galería Druet de París.
En un principio se inspiró en la corriente simbolista que unía la experiencia sensorial con la espiritual, generando una pintura refinada llena de referencias simbólicas mitológicas y religiosas, que permitía explorar la conciencia humana en la zona fronteriza entre el sueño y la realidad. Privilegia el poder evocador del color siguiendo la lógica del arte tal como le enseñaron.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, fue llamado pero lleva sus colores con él para imprimir recuerdos de la vida militar. Al finalizar la guerra se instaló en Milán donde se dedicó a las técnicas degrabado y de cerámico, sólo después cultivando los de la acuarela.
En Roma, en 1919, realiza una exposición personal en el Galería Bragaglia y sabe en esa ocasión carlo carra quien, atraído por su suavidad y dulzura, se hizo partidario de la primitivismo naturalista de Michele Cascella. Precisamente esta tendencia al primitivismo abrirá una brecha en la historia del arte del siglo XX, tradicionalista para unos, lleno de sutil modernidad tras el aparente tradicionalismo para otros. Su obra artística estaba en oscilación entre lo viejo y lo nuevo, las flores, los árboles, las montañas y los cielos parecían llenarse de una ligereza llena de sensualidad y espiritualidad. En sus obras llegó el momento y es aprovechado que no se repite con exuberante fragilidad. La sensualidad evanescente de los colores le ha asociado a Gabriele d'Annunzio para quien su padre creó el cuadro de su madre ya quien Cascella dedicó una exposición que recorrió Italia desde Milán hasta Nápoles. Durante los años treinta Michele Cascella hace un gran uso de la acuarela recreando vistas serenas de pueblos y ciudades, exponiendo en Bruselas, París, Londres y recibiendo numerosos consentimientos.
Desde 1928 en 1942 expone en todas las ediciones de la Bienal de Arte de Venecia. En 1933 tuvo una colaboración con el Corriere della Sera, proponiendo dibujos lineales que representaban paisajes de la ciudad.
Después de la Segunda Guerra Mundial sus exposiciones en el extranjero se vuelven más frecuentes: París pero también Sudamérica, sobre todo Buenos Aires e Montevideo, y Estados Unidos donde se instalará por largos períodos de tiempo, alternando períodos de permanencia en Italia editado en Europa.
Michele Cascella murió en Milán en 1989.