ANTONI CLAVé
Antoni Clavé, nacido en Barcelona en 1913 y fallecido en Saint-Tropez en 2005, se ha afirmado como un polifacético artista español. Definido como un "artesano del arte", se distingue por su habilidad en el uso de varios materiales y técnicas. Su carrera artística, iniciada con una fuerte impronta figurativa, evoluciona gradualmente hacia el abstractismo con una gestualidad disruptiva.
Su formación comienza como artesano, donde experimenta con témperas, colas y dibujo. En los años '30, Antoni Clavé explora el collage, uniendo diferentes materiales y técnicas.
Su participación en la guerra civil española como soldado del ejército republicano lo lleva a Francia como refugiado en 1939, donde se establece en París para trabajar como ilustrador.
En París, en 1940, realiza su primera exposición individual en la librería Au sans Pareil, marcando el inicio de su carrera artística. El encuentro con Pablo Picasso en 1944 influye profundamente en su estilo, llevándolo hacia composiciones figurativas que reflejan temas como Arlequines y naturalezas muertas.
En los años 50, Antoni Clavé se consolida en el panorama artístico internacional, recibiendo numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Unesco de gráfica en la Bienal de Arte de Venecia de 1956. Sus obras se exponen en prestigiosas instituciones como el Fine Art Museum de San Francisco, la Tate y el British Museum de Londres, y el Musée d’Art Moderne de París.
Su estilo evoluciona de un estilo barroco y ornamental hacia una estética pura y minimalista, culminando en una obra completamente abstracta que explora el collage, el objeto encontrado y el sombreado. Antoni Clavé se distingue por sus astracciones líricas que combinan pintura y collage.
Además de la pintura, Antoni Clavé se dedica también al teatro, realizando escenografías para obras, ballets y cine, entre ellos la película de 1952 Hans Christian Andersen, por la que recibe dos nominaciones a los Academy Awards.
En 1957, comienza a diseñar alfombras y desde 1960 trabaja en bajorrelieves escultóricos, ensamblajes y esculturas totémicas. En 1965, se traslada a Saint-Tropez, donde vive hasta su muerte.
En 1984, la Bienal de Venecia dedica el pabellón español íntegramente a Antoni Clavé. Tras su muerte, se organizan importantes retrospectivas como la de la Fondation Fernet-Branca de Saint-Louis en 2006 y la Galerie Beyeler de Basilea en 2008.
En 2011, en Yamanashi, se inaugura un edificio dedicado a Antoni Clavé, diseñado por Tadao Ando, símbolo del vínculo entre Japón y el artista. Sus obras continúan enriqueciendo las colecciones de importantes museos como el Museo Nacional de Arte Reina Sofía en Madrid.