Biografía de Giò Pomodoro

Giò Pomodoro, nacido como Giorgio Pomodoro el 17 de noviembre de 1930 en Orciano di Pesaro, fue un escultor, orfebre, grabador y escenógrafo italiano de relevancia internacional. Es considerado uno de los escultores abstractos más importantes del siglo XX. Hermano menor del escultor Arnaldo Pomodoro, Giò Pomodoro dedicó su vida a la experimentación y a la creación de obras que abarcan desde la escultura hasta la escenografía.
En 1945, la familia Pomodoro se traslada a Pesaro, donde Giò asiste al Instituto Técnico para Agrimensores, graduándose en 1951. Posteriormente, entre 1952 y 1953, realiza el servicio militar entre Siena, Bolonia y Florencia. Durante su estancia en Florencia, visita frecuentemente los museos locales y se sumerge en el ambiente artístico de la ciudad. Comienza a exponer sus primeras obras informales en la Galleria Numero.
En 1954, tras la muerte de su padre, Pomodoro se traslada a Milán con su madre, su hermana y su hermano Arnaldo. Milán, en esos años, es un centro cultural y artístico muy activo, que ofrece a Pomodoro muchas oportunidades para crecer como artista. Comienza a exponer sus obras en diversas galerías, entre ellas la Galleria del Naviglio de Milán y la Galleria Il Cavallino de Venecia. En 1956, es invitado a la XXVIII Bienal de Venecia, donde expone una serie de piezas de plata fundida sobre hueso de sepia dedicadas al poeta Ezra Pound.
Al año siguiente, Pomodoro participa activamente en la revista Il Gesto y toma parte en la exposición Arte Nuclear en la Galleria San Fedele de Milán. Con artistas como Piero Dorazio, Gastone Novelli, Giulio Turcato, Tancredi, Achille Perilli, Lucio Fontana y su hermano Arnaldo, organiza las exposiciones del grupo Continuità, presentadas por críticos de arte como Guido Ballo, Giulio Carlo Argan y Franco Russoli.
En 1959, participa en la segunda edición de Documenta en Kassel, Alemania, y en la Bienal de jóvenes artistas de París, donde gana el premio a la escultura junto con Anthony Caro con su obra "Superficies en tensión". En los años 60, Pomodoro comienza a explorar nuevas formas y temáticas, entre ellas las obras "Radiales" y "Cuadrados". Comienza a residir en Estados Unidos entre 1966 y 1967, presentando sus trabajos en la Galleria Marlborough y en la Galleria Martha Jackson de Nueva York.
Durante los años 70, Giò Pomodoro se dedica a la creación de obras monumentales en su estudio de Querceta di Seravezza en Versilia. En 1978, realiza la escenografía para la obra verdiana "La fuerza del destino", representada en la Arena de Verona. En 1980, crea la escenografía para "La flauta mágica" de Mozart, representada en La Fenice de Venecia. Además, participa en varias ediciones de la Bienal de Venecia.
En los años 80 y 90, Pomodoro continúa trabajando en importantes encargos públicos y participando en exposiciones internacionales. En 1985, el Studio d’Arte Contemporanea Dabbeni de Lugano organiza una exposición individual suya, y en 1987 expone en el antiguo Oratorio de la Pasión de la basílica de Sant’Ambrogio en Milán. En 1990, realiza una muestra titulada "Lugares esculpidos entre Realidad y Utopía" en Monsummano Terme.
En los años 90, Giò Pomodoro recibe numerosos reconocimientos internacionales, entre ellos el Lifetime Achievement Award in Contemporary Sculpture del International Sculpture Center en 2002. Sus obras se exponen en prestigiosas sedes internacionales, como la Genia Schreiber University Art Gallery de Tel Aviv y la Fundación Veranneman en Bélgica.
Giò Pomodoro fallece el 21 de diciembre de 2002 en su estudio de Milán, tras haber dedicado su vida al arte y a la investigación escultórica. Su legado artístico continúa vivo a través de las numerosas obras públicas y privadas expuestas en todo el mundo, que testimonian su incesante búsqueda de formas y significados a través de la escultura.
Exposiciones póstumas, como la de la Fundación Ragghianti de Lucca en 2003 y en el Auditorium Parco della Musica de Roma en 2004, continúan celebrando la contribución de Giò Pomodoro al arte contemporáneo, asegurando que su trabajo siga siendo una fuente de inspiración para las generaciones futuras.