Pompeo Borra biografía
- POMPEO BORRA PINTOR

Pompeo Borra fue un pintor italiano. Nació en Milán el 28 de enero de 1898 en una familia de orígenes humildes y quedó huérfano de padre a los 9 años.
El joven Borra decidió asistir a un instituto técnico para luego continuar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Brera hasta que, en 1916, decidió partir como voluntario para combatir en el frente italiano durante la Primera Guerra Mundial.
Al terminar la guerra, regresó a Milán y retomó su dedicación al arte y la pintura creando una serie de pinturas con un carácter primitivista, en las cuales los personajes estaban solo esbozados y el ambiente final parecía pertenecer a otra dimensión.
Desde 1920 en adelante, el artista participó constantemente en diversas exposiciones de la Familia Artística Milanesa que lo llevaron a afirmarse en el panorama nacional y a alcanzar importantes logros, como la participación en la Bienal de Venecia. Las obras de Pompeo Borra fueron expuestas por primera vez en 1924 y todas comparten la presencia de sujetos poderosos y forzudos y rasgos primitivos. Gracias a esta exposición, el artista fue notado por Carlo Carrà, quien decidió elogiar sus composiciones a pesar de los rasgos duros de los personajes.
Las obras de Pompeo Borra están influenciadas por los movimientos artísticos del siglo XX, razón por la cual el pintor logró adherirse a varios círculos intelectuales, entre ellos el dirigido por Margherita Sarfatti, con quien tuvo la oportunidad de colaborar tanto en Italia como en el extranjero.
En los años siguientes organizó una exposición individual en la Galería Bardi de Milán, donde decidió exponer obras antiguas y nuevas caracterizadas por un cambio drástico, especialmente en cuanto a la luminosidad e intensidad de los colores. Si las pinturas de Pompeo Borra se caracterizaban por matices cromáticos bastante oscuros y tenebrosos, ahora se centran en la presencia de colores claros y luminosos, capaces de enfatizar no solo el escenario del cuadro, sino también las expresiones de todos los personajes representados en él.
En 1936 el artista decidió ir a París en 1936 para distanciarse de lo que, según él, eran las influencias clásicas de la cultura italiana.
Sin embargo, tras esta experiencia, Pompeo Borra vivió un cambio adicional que lo llevó a acercarse al estilo de Matisse, recurriendo así a colores muy intensos como el azul, el rojo, el amarillo y el verde, elementos que caracterizan un nuevo estilo pictórico, que sería muy popular en los años venideros.
El artista nunca ocultó sus ideas políticas tanto que fue arrestado en 1940 por sus ideas antifascistas.
Cuando terminó también la Segunda Guerra Mundial, Pompeo Borra volvió a dedicarse a su amada pintura, profundizando también en otros temas, como por ejemplo la crítica artística, que lo llevó a publicar un tratado sobre Piero della Francesca.
En este período particular de su vida, el pintor se dedicó intensamente a reproducir individuos aislados de la sociedad, utilizando colores muy intensos para denotar su posición social y hacer que cada figura asumiera la importancia adecuada en su mundo, ya que en el real solo eran desacreditados.
En 1951 Pompeo Borra obtuvo la cátedra de pintura en Brera, convirtiéndose primero en profesor y luego en director de la academia hasta 1970.
En el último período de su vida, se dedicó a perfeccionar la pintura de rostros femeninos, otorgándoles características en las que nunca se había detenido y intensificando la expresividad de la mujer, cuyo rasgo fundamental era precisamente la mirada.
Pompeo Borra falleció en Milán en 1973.