Biografía de Arturo Carmassi
BIOGRAFÍA DE ARTURO CARMASSI
Arturo Carmasi fue un escultor y pintor italiano.
Nació en Lucca el 2 de julio de 1925 y de niño se mudó a Turín con su familia.
Arturo Carmassi asiste a la escuela de paisaje fontanesi y por un corto tiempo también elAcademia Albertina, donde conoció a ilustres personajes que sirvieron de importante estímulo para el despegue de su carrera como pintor y escultor. La ciudad piamontesa de la época estaba fuertemente influida por instancias neocubistas, de las que, sin embargo, Carmassi labra un espacio de independencia y absoluta originalidad, sin sufrir en exceso su tendencia.
Tras trasladarse a la ciudad milanesa en 1952, comienza a frecuentar los movimientos internacionales vinculados a la pintura y la escultura, entrando en contacto definitivamente con las vanguardias históricas de la época. Precisamente en sus obras que datan de los años cincuenta se pueden, de hecho, vislumbrar esos elementos surrealistas que lo influenciaron en esos años de su crecimiento profesional y que comenzará a abandonar solo después de una década de estrecha actividad.
A finales de los años sesenta, Arturo Carmassi parece superar las tendencias surrealistas y recuperar los datos objetivos de la imagen. Los temas principales de sus pinturas y obras son una vez más i paisajes no cifra. Podemos decir que el estilo de Arturo Carmassi sufre continuas evoluciones y cambios, como también lo subrayan sus amigos y colegas de la época, incluido Jean-Marie Drot. Surrealismo, realismo, hasta un estilo decididamente más esencial en las obras de finales del siglo XX. Las amistades de vez en cuando definitivamente lo inspiraron e influyeron: desde Patricio Wallberg, un poeta cercano a André Breton, al mismo Jean-Marie Drott, han sido mentores importantes.
Arturo Carmassi dedicó la mayor parte de su vida a la pintura, la escultura y el grabado, con una abnegación difícil de encontrar en un artista contemporáneo, tanto que se ganó la profunda estima de muchas personalidades destacadas del panorama italiano e internacional.
Carmassi experimenta con múltiples técnicas, a veces muy diferentes entre sí, en continua evolución y crecimiento: desde el collage a los óleos pasando por el uso de materiales no tradicionales, como la cera, el cartón, los tejidos y la madera. Su rasgo también se ve enriquecido por las tendencias internacionales, gracias a los numerosos viajes al extranjero que Carmassi realiza durante su vida. En 1966, el artista realizó un viaje a Bretaña, donde frecuentó círculos artísticos florecientes y en constante evolución, lo que actuó como estímulo para profundizar sus conocimientos tanto en el ámbito de la pintura como de la escultura y el grabado.
En los últimos años de su carrera, Arturo Carmassi prefirió retirarse a la campiña toscana, en Torre di Fucecchio, entre Florencia, Pisa y Lucca. En su tierra Carmassi se dedica principalmente a la litografía y la calcografía, hasta los últimos años de su vida. El final de la década de 1960 coincide también con el período de mayor notoriedad del artista, sobre todo por parte del gran público. En aquellos años, de hecho, fue llamado a exponer y asistir a numerosos encuentros culturales, organizados por grupos de artistas en museos y galerías, así como a numerosas exposiciones personales y colectivas realizadas en su honor.
A nivel internacional han sido muchas las ocasiones en las que ha sido invitado a participar o en las que sus obras han sido expuestas incluso después de su muerte. Sólo a modo de ejemplo, merecen una mención especial, por orden cronológico: la exposición en el Museo de Brooklyn, celebrada en Nueva York en 1957; la "Bienal" de Ámsterdam de 1958; "La nueva generación en el arte italiano", celebrada en Dallas, San Francisco y Nueva York en 1960; la "Triennale Internationale de Gravure sur Bois", celebrada en Alemania, Suiza y Brasil entre 1975 y 1979; finalmente, el Museo Nacional de Arte Moderno de Tokio y Kioto en 1976.
Su figura está indisolublemente unida a la de otro querido artista de su tiempo, a saber Andrea Camilleri, quien lo menciona varias veces durante sus entrevistas y en sus obras como un pintor sublime del siglo XX. Los homenajes al artista Arturo Carmassi no terminaron ahí. Dice de él Jean-Marie Drot, que es uno de los más grandes artistas de su tiempo, al que aún no se le ha reconocido el lugar que se merece en el panorama europeo e internacional. Admirado por la crítica, Arturo Carmassi es considerado uno de los máximos exponentes de la pintura del siglo XX y, aún después de su muerte, han sido numerosas las muestras y exposiciones, incluso a nivel internacional, que han tratado de rendirle el debido homenaje. demostrando cómo su notoriedad también ha ido más allá de las fronteras nacionales.
Arturo Carmassi murió en Fucecchio, en la provincia de Empoli, el 27 de enero de 2015.
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