Nino Caffè pintor

Nino Caffé


Nino Caffè, de nombre completo Giovannino Caffè, fue un pintor y grabador italiano. Nace el 24 de junio de 1908 en Alfedena, en Abruzzo. Tras completar los estudios elementales en L'Aquila, en 1923 se traslada con la familia a Ancona, donde comienza a asistir a los cursos de pintura de Ludovico Spagnolini y de escultura de Vittorio Morelli. En 1930, tras casarse, Nino Caffè se establece definitivamente en Pesaro, ciudad que ofrece un ambiente artístico y cultural vibrante. Aquí entra en contacto con varios artistas locales, entre ellos Bruno Baratti, Werter Bettini, Ciro Cancelli, Alessandro Gallucci, Aldo Pagliacci y Achille Wildi.

Ya en 1931 comienza a exponer sus obras y en 1938 participa en la Bienal de Venecia, donde obtiene un premio de compra del Rey Vittorio Emanuele III. En 1935 se gradúa en el Istituto Statale d'Arte de Urbino, donde posteriormente enseña "figura" en los años 1943 y 1944. Durante el período pasado en Urbino, huésped de la familia Benedetti, el artista tiene la oportunidad de observar a los seminaristas y sacerdotes que transitaban frente a la casa, un tema que caracterizará su futura pintura.
Nino Caffè participa activamente en la vida cultural de Urbino y en 1948 se convierte en socio de la Accademia Raffaello. En 1944, la Galleria Gianferrari de Milán le dedica una gran exposición, mientras que en 1946, en Pesaro, realiza una exposición individual en la galería de la casa natal de Rossini. A partir de ese momento, comienza a gozar de un verdadero éxito, abriendo un estudio en Roma y colaborando con la Galleria dell'Obelisco, dirigida por Gaspare Del Corso e Irene Brin, que abre una sede también en Nueva York. El Metropolitan Museum adquiere una de sus obras.
En 1963, el pintor cierra el estudio romano y regresa a Pesaro, continuando sin embargo colaborando con la Galleria dell'Obelisco. Expone también en otras galerías, como la Gianferrari de Milán, la San Luca de Verona, el Vicolo de Génova, la Probibia de Palermo y la Zoot de La Spezia. Además de la pintura, se dedica con éxito también a la grabación.
Las obras de Nino Caffè han sido apreciadas por los principales coleccionistas europeos y americanos, consagrando al pintor de los curitas a la fama internacional. Su pintura se caracteriza por un dibujo vibrante, una composición cromática refinada y una habilidad técnica particular. Además de los temas religiosos, el artista explora otras temáticas sociales y, en los últimos años, desarrolla una entonación más dramática, reflexionando sobre el tema de la muerte.
Nino Caffè muere en Pesaro el 17 de mayo de 1975, a la edad de 66 años, a consecuencia de un colapso cardiocirculatorio. Sus obras están conservadas principalmente en colecciones privadas, pero algunos cuadros se encuentran también en importantes museos como el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Museo de Boston.

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