GIUSEPPE CAPOGROSSI
Giuseppe Capogrossi, nacido en Roma el 7 de marzo de 1900, es una de las figuras más emblemáticas del arte italiano del siglo XX. Proveniente de una familia noble, inicialmente emprende un camino académico graduándose en Derecho en la Universidad La Sapienza de Roma, pero pronto su pasión por la pintura toma el control. Decisivo para su formación artística es el encuentro con Felice Carena y Giambattista Conti, quienes lo orientan hacia la pintura figurativa. Entre 1923 y 1924 asiste a la Libera Scuola del Nudo, una de las instituciones más prestigiosas de la época.
En 1927 Capogrossi realiza el primero de una larga serie de viajes a París, donde es profundamente influenciado por artistas como Pablo Picasso, Amedeo Modigliani y Pierre-Auguste Renoir. En este contexto cosmopolita elabora una pintura figurativa y tonal, con referencias al arte clásico italiano, y comienza un camino que lo inserta en el circuito artístico internacional. Su primera exposición ocurre ese mismo año en Roma, seguida por la participación en la XXVII Bienal de Venecia en 1930.
En 1932, junto a Corrado Cagli, Emanuele Cavalli y Eloisa Michelucci, expone en la Galleria Roma, afirmándose como uno de los exponentes principales de la Escuela Romana. El crítico Waldemar George acuñará para este grupo el término "École de Rome". Al año siguiente participa en la célebre muestra parisina en la Galleria Bonjean. Es en este período que Capogrossi firma el "Manifiesto del Primordialismo Plástico", marcando un momento fundamental en la reflexión teórica sobre el arte figurativo.
Durante las décadas de los treinta y cuarenta, Capogrossi desarrolla un lenguaje cada vez más personal. Su pintura se anima cromáticamente, con rojos, violetas y naranjas intensos, y su pincelada se vuelve cada vez más dinámica. A partir de 1947, tras una breve fase de experimentación cubista, abandona progresivamente la figuración para acercarse a un lenguaje abstracto riguroso e innovador. En 1950 es uno de los fundadores del Grupo Origen, junto a Mario Ballocco, Alberto Burri y Ettore Colla, con quienes comparte una visión del arte puro, alejada de toda retórica.
A partir de ese momento, el pintor Capogrossi construye un alfabeto visual propio basado en una forma-signo recurrente, que modula en infinitas variaciones para estructurar el espacio del cuadro. Esta investigación abstracta se expone por primera vez en una muestra histórica en 1950 en la Galleria del Secolo en Roma. Siguen colaboraciones con Carlo Cardazzo, gracias a quien las obras de Capogrossi comienzan a circular sistemáticamente también fuera de Italia.
A lo largo de su carrera, Capogrossi participa en numerosas exposiciones internacionales: Documenta en Kassel, Bienal de Venecia (donde en 1962 recibe el premio de pintura), Bienal de San Pablo, y en 1951 es el único artista italiano invitado a la muestra “Véhémences Confrontées” en París. Sus cuadros entran en colecciones de museos de primer nivel, como la Fundación Guggenheim de Nueva York y la Colección Peggy Guggenheim de Venecia.
Además de ser un incansable experimentador, Giuseppe Capogrossi también tiene una importante carrera docente: enseña Figura dibujada en el Liceo Artístico de Roma desde 1940 hasta 1966, para luego ocupar la cátedra de Decoración en la Academia de Bellas Artes de Nápoles hasta 1970. Muere en Roma el 9 de octubre de 1972. Para conservar y difundir su legado se instituye la Fundación Archivo Capogrossi, que conserva un vastísimo patrimonio documental y bibliográfico.
GIUSEPPE CAPOGROSSI OBRAS
Antes de llegar a la pintura abstracta, Giuseppe Capogrossi atraviesa un largo e intenso período figurativo que resulta fundamental para comprender la evolución de su lenguaje visual. Las obras de Capogrossi de este período (1927–1949) se distinguen por una simplificación formal, una vibrante investigación cromática y un fuerte interés por la figura humana.
Uno de los aspectos más interesantes del pintor figurativo Capogrossi es su atención a la figura femenina. Obras como “Figura en reposo” y sus célebres “Bailarinas” muestran ya una tensión hacia la abstracción, con volúmenes simplificados y composiciones equilibradas, en las que se intuye la futura transformación de su lenguaje.
En paralelo, Capogrossi afina una paleta rica y vibrante, con tonos intensos que confieren fuerza expresiva a sus lienzos. Sus influencias van desde Cézanne hasta los maestros franceses del siglo XX, pero filtradas a través de una sensibilidad toda italiana. Estos trabajos figurativos, hoy menos conocidos por el gran público, son sin embargo fundamentales para comprender la profundidad y coherencia de la investigación artística de Giuseppe Capogrossi.
A partir de los años cuarenta, sus cuadros muestran una progresiva reducción del dato visual, en un paso gradual hacia formas sintéticas y signos esenciales, que preludian la invención de su célebre “signo abstracto", un módulo repetido y variado que representará el núcleo de su obra madura.
GIUSEPPE CAPOGROSSI COTIZACIONES
En el panorama del arte moderno italiano, las cotizaciones de Capogrossi se mantienen elevadas y estables, tanto para sus trabajos figurativos como para las obras abstractas. Los cuadros de Giuseppe Capogrossi pertenecientes a la fase abstracta, especialmente los de la serie “Superficie” (iniciada alrededor de 1949), están entre los más solicitados por el mercado internacional, con resultados de subasta que frecuentemente superan cientos de miles de euros.
También las obras del período figurativo, aunque menos conocidas, están viviendo un redescubrimiento crítico y comercial, gracias a exposiciones retrospectivas y a la valorización realizada por la Fundación Archivo Capogrossi. En particular, las pinturas que representan figuras femeninas o las escenas intimistas ligadas a la Escuela Romana están despertando nuevo interés entre coleccionistas y galeristas.
Los cuadros de Capogrossi están presentes en importantes colecciones públicas y privadas en todo el mundo, y el reconocimiento de su contribución al arte informal lo coloca junto a gigantes como Lucio Fontana y Alberto Burri. La tendencia positiva de las cotizaciones de Capogrossi refleja la importancia del artista en la historia del arte italiano del siglo XX, así como la coherencia y originalidad de su investigación artística.
Giuseppe Capogrossi no es solo uno de los protagonistas del arte abstracto en Italia, sino también un maestro que supo conjugar rigor formal y libertad expresiva en un camino artístico coherente, profundo y hoy más actual que nunca.