OBRAS DE CLAUDIO VERNA

Claudio Verna, nacido en 1937 en Guardiagrele, en la provincia de Chieti, es un reconocido pintor italiano como figura clave y fundadora del movimiento artístico"Pintura analítica". Su formación artística se desarrolló en Umbría y se desarrolló en la Universidad de Florencia, donde se graduó en 1961 con una tesis sobre "Artes figurativas en la civilización industrial.". En Florencia, tiene la oportunidad de establecer importantes contactos con exponentes deabstraccionismo clásico y otros pintores, iniciando su carrera con importantes exposiciones.
Tras trasladarse a Roma en 1961, Claudio Verna pasó algunos años en una fase de experimentación y de definición autónoma de su trayectoria artística, antes de volver a exponer en 1967. Este período marcó su creencia en "razones antiguas e indispensables" de la pintura, dando lugar al nacimiento de la Pintura Analítica, un movimiento que reflexiona sobre el arte contemporáneo y su relación con la tradición moderna.
La obra de Claudio Verna destaca por su expresividad madura, caracterizado por un rigor extremo es un intenso abandono emocional. El color es el elemento dominante en sus pinturas, explorando la saturación y la luz. Sus exposiciones personales han alcanzado cifras impresionantes, más de cien, tanto en Italia como en el extranjero, con participaciones significativas como la Bienal de Venecia y exposiciones en museos de renombre.
A nivel internacional, Claudio Verna ha tenido una presencia constante en exposiciones colectivas y revistas, recibiendo diversos premios, entre ellos el prestigioso "PremioAntonio Feltrinelli"para pintar deAcademia Nacional de Lincei en 2008 y el nombramiento como Académico Nacional de la Accademia di San Luca. En 2010 se publicó el Catálogo Ragionato de su obra, editado por Volker W. Feierabend y Marco Meneguzzo.
La pintura de Claudio Verna, desde los años 50, se ha destacado por uno gestos de tensión energética contenida e de valor cromático explícito, caracterizado por tonos rojos, amarillos, naranjas, grises y destellos verdes. Su principal vocación se revela en la investigación de las cualidades del color, abarcando desde las composiciones cromáticas de los años 60 hasta una rigurosa abstracción de los años siguientes.
Claudio Verna fue un protagonista autorizado en la renovación de la pintura, realizando una investigación artística coherente y significativamente conectada con la reflexión estética y los valores de la tradición y la contemporaneidad. Su enfoque teórico y práctico siempre ha reafirmado la especificidad del lenguaje pictórico, destacándose en una escena dominada por reinicios en frío y sofisticadas tautologías conceptuales.
En la década de 1970, su obra sufre una transformación, convirtiéndose la superficie de los lienzos en escenario de nuevas emociones color-luz, creando imágenes de alta calidad formal. Sus obras a menudo se articulan en tramas de signos medidas en gestos y rotas en ritmo, donde el color explota en hábiles acordes.
Claudio Verna, viviendo y trabajando en Roma, siguió siendo una figura central en el panorama artístico, con su estilo atravesando diferentes fases y viendo evoluciones en el lenguaje visual. Su arte fue fundamental para fomentar el retorno a la pintura y realzar sus elementos constitutivos. Su rica y variada carrera ha dejado una huella indeleble en el mundo del arte contemporáneo, como lo demuestra un conjunto de obras que continúa influyendo e inspirando.