Sergio Vacchi biografia


Sergio Vacchi nace el 1 de abril de 1925 en Castenaso, un pequeño municipio cerca de Bolonia, hijo de Maria Luisa Barchetti y Giuseppe Vacchi. Su infancia transcurre entre Castenaso y Bolonia, donde, a partir de los seis años, es enviado a vivir con su tía Angiolina para asistir al Colegio San Luigi de los Padres Barnabitas. A pesar del deseo de sus padres de ofrecerle una sólida formación clásica, Vacchi nunca perdona su gesto, sintiéndose abandonado y lejos de los cuidados maternos. De carácter solitario e introvertido, encuentra consuelo en la lectura y desarrolla un fuerte interés por la literatura y el arte.
Tras terminar el bachillerato clásico, se inscribe en la Facultad de Derecho, pero abandona los estudios tras solo dos exámenes para dedicarse a su verdadera pasión: la pintura. Se acerca al arte como autodidacta y frecuenta por un breve período el estudio del pintor Garzia Fioresi. En 1946, alquila un estudio en via Borgonuovo en Bolonia, donde comienza a desarrollar su propio estilo pictórico, influenciado por las obras de Giorgio Morandi y las lecciones de Roberto Longhi, historiador del arte que asiste como oyente en la Facultad de Letras.
En 1951 realiza su primera exposición individual en la Galleria del Milione de Milán, curada por su amigo y crítico Francesco Arcangeli. Sus primeras obras muestran la influencia de Van Gogh y del postcubismo de Picasso, con un fuerte compromiso social. Entre 1952 y 1955, abandona estas influencias a favor de un naturalismo más lírico, inspirado en las vistas de Cézanne de la montaña de Sainte-Victoire, concentrándose en paisajes padanos caracterizados por una luz natural y densa.
En 1958, Vacchi comienza a obtener reconocimientos internacionales, participando en la Bienal de Venecia y en la muestra de pintura contemporánea italiana en Copenhague. Ese mismo año, expone también en la Contemporaries Gallery de Nueva York. Al año siguiente se traslada a Roma, donde frecuenta importantes figuras del mundo del arte y la cultura, como Ennio Calabria, Renato Guttuso, Federico Fellini y otros. En los años sesenta, es apreciado por críticos y coleccionistas, entre ellos Sophia Loren y Carlo Ponti.
Durante este período, Vacchi pinta tres ciclos pictóricos que abordan el tema del poder: "Il Concilio" (1962), "La muerte de Federico II de Hohenstaufen" (1966) y "Galileo Galilei semper" (1968). Estos ciclos marcan su distanciamiento del Informal y su compromiso con una crítica social a través de una pintura visionaria y grotesca. En 1964, la Bienal de Venecia le dedica una sala personal, pero sus obras causan escándalo, tanto que el cardenal Urbani prohíbe al clero visitar la exposición.
En 1968, en plena contestación social, Vacchi inicia el "Ciclo del planeta", completado en 1973 con la inmensa tela "Finisterre". En estas obras, el artista se refugia en sueños y visiones surrealistas, pobladas por hombres, mujeres, animales y cuerpos retorcidos. En los años setenta y ochenta, continúa evolucionando artísticamente con ciclos como "Le piscine lustrali" (1974), caracterizados por contenidos sensuales y eróticos, y "Le Stanze della Nekyia" (1983-1986), donde representa personajes en interiores cerrados, rodeados de pocos objetos.
En 1988, redescubre a Marcel Proust y realiza una serie de pinturas dedicadas al gran literato, representándolo en atmósferas danzantes y surrealistas. En los años noventa, sigue trabajando intensamente, recibiendo reconocimientos como el "Premio Scipione" a la carrera en 2002. En 1997 se traslada a la región de Siena, al Castillo de Grotti, donde funda la Fundación Sergio Vacchi, dedicada a promover actividades artísticas y culturales.
En 2001, doce dibujos y un autorretrato de Vacchi son adquiridos por el museo de los Uffizi. El artista continúa pintando hasta 2007, cuando, afectado por Parkinson, deja de trabajar. En 2015 recibe el Sanese de Plata de la administración municipal de Siena. Sergio Vacchi fallece el 15 de enero de 2016, dejando un legado artístico rico y variado, testigo de un camino creativo único y profundamente arraigado en la crítica social y la experimentación formal.