La Gehenna Press, fundada por Leonard Baskin cuando aún era estudiante, permaneció activa hasta su muerte en 2000. Inspirándose en los libros ilustrados de William Blake, Leonard Baskin decidió aprender a imprimir y realizar libros de alta calidad artística. El nombre de la imprenta proviene de un verso del Paradise Lost de John Milton, una referencia a la "negra Gehenna" como símbolo del infierno. En más de cinco décadas, la Gehenna Press produjo más de 100 obras, ganándose un lugar destacado en el panorama de las editoriales de arte. Los libros impresos incluían a menudo xilografías y litografías que reflejaban el estilo inconfundible de Leonard Baskin, caracterizado por un uso audaz del blanco y negro y una estética dramática y grotesca.
Leonard Baskin se consideraba ante todo un escultor, aunque sobresalía en muchas otras formas de arte, incluyendo la acuarela, la pintura y la impresión. Sus obras figurativas se distinguían por su capacidad para abordar temas profundos y complejos como la mortalidad, el Holocausto y las cuestiones sociales.
Una de sus esculturas más monumentales es The Funeral Cortege, una obra en bronce que adorna el Franklin Delano Roosevelt Memorial en Washington, DC. Esta obra representa un cortejo fúnebre que simboliza el duelo colectivo y la memoria. Otra obra significativa es el bajorrelieve de 30 pies encargado para el mismo memorial, completado en 1994. Leonard Baskin también es recordado por la estatua de bronce de una figura sentada erguida en 1994 para el Holocaust Memorial en Ann Arbor, Michigan.
Las xilografías y las impresiones en madera de Leonard Baskin eran a menudo de gran tamaño y representaban figuras humanas y animales de maneras que iban desde lo naturalista hasta lo fantástico. Sus obras se caracterizan por una visión grotesca y a veces inquietante, con figuras hinchadas o deformadas que representan una profunda reflexión sobre la condición humana. A pesar del predominio del expresionismo abstracto en la escena artística de la época, Leonard Baskin permaneció fiel a la representación figurativa, convencido de que esta era el único medio para expresar la universalidad y la unicidad del ser humano.
Leonard Baskin siempre se declaró un defensor de la tradición artística figurativa. En una cita recogida por el New York Times, explicó: “La figura humana es la imagen de todos los hombres y de un solo hombre. Contiene todo y puede expresar todo.” Este enfoque lo llevó a ser definido por el mismo New York Times como “Escultor de Stark Memorials”, gracias a su habilidad para evocar emociones profundas a través del arte figurativo.
Leonard Baskin colaboró con algunos de los poetas más grandes de su tiempo, entre ellos Ted Hughes y Sylvia Plath. Su amistad con Ted Hughes fue particularmente significativa; ilustró el volumen de poesías Crow en 1970 y otras obras como A Primer of Birds publicadas por la Gehenna Press en 1981. Sylvia Plath dedicó a Leonard Baskin el poema “Sculptor” en la colección The Colossus and Other Poems (1960). Entre otros autores que colaboraron con la Gehenna Press están James Baldwin, Anthony Hecht y Ruth Fainlight. Sus obras, combinadas con los grabados de Leonard Baskin, representan una unión única de arte y literatura. En 1992, una retrospectiva de 50 años de libros de la Gehenna Press recorrió Estados Unidos, incluyendo una gran exposición en la Biblioteca del Congreso.
En 1974, Leonard Baskin se trasladó con su familia a Gran Bretaña para estar cerca de Ted Hughes. Durante su estancia en Lurley Manor, en Devon, continuó creando obras de gran impacto y colaborando con artistas y poetas de fama internacional. Después de algunos años, regresó a Estados Unidos en 1984 y enseñó en el Hampshire College de Amherst, Massachusetts.
Sus obras se conservan hoy en algunas de las colecciones públicas y privadas más prestigiosas del mundo, incluyendo el Amon Carter Museum de Fort Worth, el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden de Washington, y el Museum of Modern Art de Nueva York.
Leonard Baskin murió el 3 de junio de 2000, dejando un legado artístico extraordinario. Su trabajo continúa inspirando a generaciones de artistas, impresores y escultores. Su visión artística, centrada en la figura humana y en el poder expresivo de la tradición figurativa, sigue siendo un faro para quienes creen en el poder del arte para abordar temas universales e influir profundamente en los individuos.
En una época dominada por el abstraccionismo, Leonard Baskin eligió permanecer fiel a sus ideales, demostrando que el arte figurativo puede ser igualmente revolucionario. A través de sus esculturas monumentales, sus libros de artista y sus grabados, Leonard Baskin ha redefinido el papel del artista como cronista de la condición humana. Su compromiso con el arte y su dedicación al trabajo figurativo representan un ejemplo luminoso de cómo el arte puede ser un medio poderoso para explorar y comprender la humanidad en todas sus facetas.