Domenico Purificato biografía


Domenico Purificato, nacido el 14 de marzo de 1915 en Fondi, en la provincia de Latina, fue un pintor italiano de gran relevancia. Tras obtener el bachillerato clásico, Purificato decidió dedicarse a la pintura, aunque continuó sus estudios en derecho. En 1934 se traslada a Roma, donde conoce al paisano Libero de Libero. Este encuentro resulta fundamental, ya que De Libero introduce a Purificato en los ambientes artísticos de la capital, en particular en la Escuela Romana.
Purificato expone por primera vez en 1936 en la Galería La Cometa de Roma. Durante los años 40 y 50, se convierte en una figura destacada del neorrealismo, inmortalizando en sus obras a personas del pueblo y escenas de la vida cotidiana, con especial atención a la gente del sur de Italia y sus condiciones de vida. En 1942, participa en la X Muestra del Sindicato Fascista Profesionales y Artistas, ganando un premio destinado a jóvenes pintores emergentes.
De 1940 a 1943, Purificato trabaja como redactor para la revista "Cinema" y, desde el 25 de julio de 1943, también se convierte en director responsable, sustituyendo a Vittorio Mussolini. Su colaboración con la revista termina a finales de 1943 debido a los eventos bélicos. En 1956 colabora con el director neorrealista Giuseppe De Santis para la película "Giorni d'amore", encargándose del estudio del color, la escenografía y el vestuario.
Purificato participa en numerosas ediciones de la Quadriennale di Roma (de 1943 a 1965) y de la Bienal de Venecia (de 1948 a 1954). Además, en 1953, es uno de los protagonistas de la muestra de artes figurativas "El Arte en la vida del Mezzogiorno de Italia", celebrada en el Palacio de las Exposiciones de Roma, con la obra "Recuerdo de Ciociaria".
Su actividad artística no se limita a la pintura: Purificato también es autor de ensayos y obras literarias. Entre sus escritos más conocidos se encuentran "La pintura del siglo XIX italiano" (1959), "Los colores de Roma" (1965), "Calímaco, una pintura para el hombre" (1971) y "Cómo leer un cuadro" (1985), publicado póstumamente. Paralelamente, contribuye al debate artístico colaborando con revistas como "Maestrale", "Rinascita" y "La Fiera Letteraria", y dirige el mensual "Figura".
En 1972, Purificato es nombrado director de la Academia de Brera en Milán, cargo que mantiene hasta 1980. Durante este período, continúa pintando y exponiendo sus obras, que obtienen gran éxito. Entre las exposiciones más importantes se encuentran las organizadas en el Palacio Real de Milán en 1974, en el Castel Sant'Angelo de Roma en 1983 y en el Palacio de los Diamantes de Ferrara en 1984.
Purificato mantiene un fuerte vínculo con su tierra natal, Ciociaria, participando en diversas iniciativas culturales en la región. En 1962, forma parte del comité examinador de la muestra "Ciociaria les presenta" en Roma, y en 1963 es miembro del jurado del concurso "Pintura en Ciociaria" en la Abadía de Casamari, presidido por Giorgio De Chirico.
Su investigación artística se caracteriza por la indagación sobre la relación visceral, atemporal, a menudo conflictiva, entre el hombre, su tierra, la naturaleza y el mundo animal, así como la brecha entre naturaleza y progreso. En los últimos treinta años de su vida, Purificato supera el realismo social, explorando temas como la soledad del hombre y la mujer, su ansia de ternura y la conciencia de la transitoriedad de la vida.
Purificato también es escenógrafo y diseñador de vestuario para teatro. En 1970 realiza la escenografía y el vestuario para el ballet "Petruška" de Igor Stravinski, representado en el Teatro de la Obra de Roma. Además, diseña un mosaico para la luneta de la catedral medieval de Fondi.
A lo largo de su carrera, Purificato recibe numerosos reconocimientos y sus obras forman parte de importantes colecciones públicas y privadas. Entre los premios instituidos en su honor, está el Premio Fondi "La Pastora" para dramaturgia y espectáculo.
Domenico Purificato muere en Roma el 6 de noviembre de 1984, a los 69 años, a causa de un ictus. En su honor, una escuela en Roma y el estadio de Fondi llevan su nombre, testimonio del impacto duradero que tuvo en el mundo del arte y la cultura italiana.